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Palabras y el Buen Amor

septiembre 09, 2016




Hace casi seis años llegué a mi boda con dolor en el codo, de escribir… si, en plena era digital….    
Pero tenía una buena razón y fue algo de lo que nunca podría arrepentirme. 





Sabía que me iba a faltar tiempo para dedicarle a todos los que habían querido compartir aquello con nosotros, y yo, que soy de abrazos prolongados e  incapaz de  no despedirme, decidí que tenía que tener un poquito más con cada uno. 

Los meses anteriores fueron un viaje mágico que me cambió en muchos aspectos.

Vivía entre preparativos libretita en mano, pensando en todos con los que compartía y habían estado de una u otra forma en mi vida, y escribía nuestra historia.

Si, le escribí una carta a cada invitado (y si, también obligué convencí a mi marido a que hiciera lo propio con su familia y amigos; aunque soy consciente de que esas cartas fueron bastante más escuetas  ; ))).

Podría haber elegido ilustraciones (me hubiera encantado) y otros adornos, pero me primó el sentir y las ganas de transmitir mi felicidad, y el amor que me había llevado hasta allí, el amor por mi marido, por mi familia, y mis amigos. Y para más inri era el día de mi 34 cumpleaños. No podía pedir más.

Al llegar al salón, se hizo un silencio que creo que sólo percibimos mi marido y yo, que nos miramos con felicidad y orgullo por aquellos invitados que estaban sorprendidos y ensimismados en la lectura en aquel momento.

Qué pena que el fotógrafo no captara nada de aquello, porque para mí fue un instante maravilloso.
Creo que aquello influyó en el ambiente  y la magia duró mucho tiempo… de hecho,  que aún perdura cada vez que lo recuerdo….

Pero bueno, que oigo boda y me pierdo….. y yo, que quería hablaros de otro momento mágico.


Hoy me apetecía compartir  lo que escribí para la preciosa boda de mi amiga Pili, que preparó con sumo mimo, y la llenó de detalles para celebrar que se quieren más aún después de diez años juntos (si es que cuando me pongo romántica tengo más peligro…!!!).

Pensé que cualquier cosa que escribiera no estaría a la altura,  así que decidí poner negro sobre blanco lo que me saliera del corazón sin racionalizarlo demasiado. Al fin y al cabo, se trata de sentimientos…. Y en ello va mucho de cómo yo entiendo el  Amor en pareja.

Esto es lo que me salió:

“Pili y yo nos conocíamos de vista desde casi  siempre… aunque no  nos cruzamos hasta hace unos años.
Compartimos aficiones y nervios, siempre inventando, a veces chocando…
Junto con Raquel,  formamos un trío de Ángeles... (los Ángeles de Charlie nos llamamos..  ; ))  con esas caminatas por el parque… que eran más  terapia que deporte…  hemos discutido, compartido secretos, reído y  llorado…. 

Nuestras hijas son amigas desde que recuerdan y de alguna forma, criamos juntas a nuestra tribu…
A Antonio, Siempre solícito y discreto, no lo dejamos hablar, pobre… creo que se ha dado por vencido en eso de intentar meter baza entre nosotras… jejej, pero siempre la acompaña con su media sonrisa, y cuando los ves juntos, son dos en uno. 

Pili sonríe de oreja a oreja cuando lo ve (no sé si lo sabes, Pili!) y él la mira siempre dulce.  A veces pienso que por timidez no quiere que se le note demasiado… pero el tono en el que dice su nombre es distinto a como pronuncia los demás.

A mí Siempre me han gustado las bodas.

 Es verdad que a veces da pereza todo lo que las rodea, buscar  ropa, zapatos…  canguro….  Pero en la actitud de ser feliz, celebrar es una de las mejores recetas. 

Aní me encanta ser feliz, y  celebrar claro,  celebrar las cosas buenas, y no es por el buen comer, ni el Beber (que también mola, jejej) sino porque celebramos el AMOR, con mayúsculas. 

Una boda es el final y el culmen de mil desvelos  y  preparativos: las invitaciones, los trajes, la ceremonia, los menús, las flores, la música, las fotos, colocar a la gente en las mesas….  Etc., etc., etc...Cuando te pones más guapa o guapo, y montas la gran fiesta de tu vida... pero en realidad es algo más simple y perfecto… 

“Es el día en que reúnes a los que quieres, a los que te quieren, para proclamar tu AMOR por tu compañero.  Para que no quede ni un resquicio de duda  de que lo vuestro es auténtico”

Un compañero o compañera de vida es una apuesta importante, decidir que sea el padre, la madre de tus hijos es muy fuerte, y compartir su educación y crianza diría que es “droga dura” 

Pili y Antonio tienen el aval de 10 años compartiendo malo, regular y bueno y aún así, vienen con toda la ilusión del mundo a decirnos que se han querido tanto como para formar una familia, para cuidar cada día de su proyecto de vida y de Nora, su luz, por la que se desviven 

Yo creo que El Amor es el que se hace día a día… ese es el buen Amor

El buen amor te impulsa cuando lo necesitas, te recoge sin juzgarte,  y te abraza sin mediar palabra, porque a veces, casi siempre, es todo lo que necesitas… 

 El buen amor a veces discute, pero no rompe lazos ni se aleja demasiado.

El buen amor sabe que estarás, sabe que estará, creciendo juntos.

El buen amor te da tu sitio en la familia, sabe lo que necesitas, te permite caer y subir sin mermar su visión de ti.

Amor es cuando miras a la persona y sabes que no tienes dudas, te casarías cada día.

Ellos vienen aquí porque saben, de verdad, lo que es el Amor.  Y ese es uno de los grandes regalos de la vida

Yo no soy quien para aconsejaros sobre lo que ya sabéis, pero comparto un consejo que a  mí me dieron en mi boda, más valioso de lo que imaginé entonces…. “No os acostéis nunca sin deciros un “Te quiero”.

Tenéis un pasado robusto y firme, un futuro lleno de sonrisas y un AHORA que siempre será el mejor presente para compartir. 


Enhorabuena pareja, os queremos!! “

Espero que todos que encontréis y gocéis  de “EL BUEN AMOR”.

Un abrazo.









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