Entrar en una red social es sufrir alguna polémica,
discusiones, dualismos... personas enfrascadas a menudo en luchas consigo mismas,
que vuelcan todo su odio sin mirar a los ojos del de enfrente.
Me asusta
que este mundo global sea pólvora más que pegamento. Pareciera que cualquier
opinión fuera un conmigo o contra mí.
A veces
quiero mirar hacia otro lado, desinformarme, parar el mundo… me debato entre no ver y lanzarme al ruedo
constantemente…
¿Porqué no
seremos capaces de ponernos en otra piel?, ¿porque esa escalada de odio y
violencia?
Miro hacia
atrás en el tiempo y me asustan las referencias. Tantos precedentes en los que
el odio no deja pensar, no deja admirar, ni empatizar… momentos en los que se
vacían las almas de bondad para ocupar ese hueco con extremos sin perspectiva.
Cuando nos
enfrascamos en una discusión, defendemos nuestra postura con ahínco, aún siendo
conscientes de que no convenceremos al de enfrente. Fruncimos el ceño y
levantamos la voz orgullosos de nuestros argumentos, y al final, te vuelves a
casa con el amargor del enfrentamiento, para darte cuenta que cambiarías esa
discusión por un abrazo sin pensar.
Cuidado con
no mirarnos, con no tocarnos, con interpretar opiniones sin cara.
¿Y después
qué? Cuidado con creernos en posesión de
la única verdad, cuidado con defenderla
por encima de todo, cuidado con no escuchar.
Cuidado,
cuidado, porque ese mundo de libertad de expresión y de concordia se nos escapa
entre las manos cada vez que descalificamos al que no piense como nosotros.
Cuidado con lo
que proyectamos, porque tenemos la posibilidad maravillosa de enseñar a
nuestros hijos a Amar en lugar de a Odiar.
Yo tengo
clara mi elección, ¿y tú?
4 comentarios
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo soy de la opinión de respetar las opiniones de todos,y escuchar todas las opciones y de no imponer lo que pienso, manifestarlo sí, pero sin dañar ni acusar.
ResponderEliminarEs mejor amar que odiar y atacar
Desde luego Izaya.
ResponderEliminarAlgunas veces y lo peor de todo, es que no lleguen a surgir ni siquiera esas discusiones sino dar por hecho que el otro piense contrario a ti sin ni siquiera dejar que se exprese y llegar a un acuerdo o por lo menos a respetar cada opinion y pasen los meses e incluso años y se siga pensando asi perdiendo las vivencias del contrario salpicando incluso a los tuyos de esas opiniones que no llegan a ningun lado. Ojala pudiera cambiar eso por un simple abrazo sin pensar, como tu bien dices amiga
ResponderEliminar¿Qué estás pensando?