Parece que el AMOR de pareja es una especie más extraña de lo
que una imagina cuando es adolescente (esa época en la que todo está por
explorar y sin embargo creemos que hemos
vivido cien películas).
Yo he tenido la suerte que compartir mi vida con hombres
maravillosos... inteligentes, cariñosos, preciosos…
Casi todos me han hecho sentir en el lugar que debía estar; prioritaria
y no exclusiva, secundaria en ocasiones y única en muchos momentos…
Mi vida amorosa ha estado llena de risas, de pasión, de
secretos, escapadas… pero también de lágrimas… por distancia, desamor o pérdida
de lo que jamás sería….
Para el amor de pareja somos
piezas de un puzzle en constante evolución; a veces encaja, pero otras, por
mucho que quieras, no hay manera.
Hay personas que intentan a toda
costa que una isla del índico quede perfecta
en medio de la Península Ibérica… y no… una pieza cuadrada nunca va a
quedar bien en un hueco redondo…. como decimos aquí “lo que no puede ser, no puede
ser y además es imposible" .
Y es que no hay fórmula secreta, y lo que hoy
funciona, mañana se atasca, deja de girar como debe… y también, hemos de
admitir, que otras nunca llegaron a funcionar…
Hubo un momento
de mi vida... muy cercano a los 30, en el que pensé que ya había tenido
demasiada suerte tiempo atrás y que además, tampoco me apetecía volver a
intentarlo. No sabía si lo que había conocido era todo lo que había…
Llegué a pensar
que la mayoría de la gente se conformaba con un sucedáneo de lo que a mí se me
antojaba como ideal... y decidí saborear
la vida en soltería…. Bromeaba con que
a menos que encontrara un mirlo Blanco ni me molestaría en compartir mi hogar….
Y APARECIÓ, mi Mirlo Blanco, aquella persona con la que todo es fácil a
pesar de los problemas... esa persona que es la pieza perfecta para que el
engranaje de tu vida vaya como el agua riachuelo abajo…. Con la que no hay que
reajustar el sendero a cada momento, ni lucharlo, porque vuestro camino es el
mismo y andáis al mismo ritmo.
Y no, no es
necesidad… porque ya se sabe que a menos
que uno esté genial consigo mismo, nada fluirá como debe en pareja…. ese
compañero o compañera ha de hacer que tu vida sea aún maravillosa.
No existe la
persona perfecta (afortunadamente) ni un único compañero de vida ideal… pero la
vida es demasiado corta como para estar constantemente engrasando la maquinaria
del tú a tú, ¿no creéis?
Espero que fluyáis
con vuestras parejas, (si es que la queréis) que un compañero de vida sea un
extra que lo haga todo más fácil, no al revés.
¿Vosotras que pensáis? Me encantaría
saberlo…
Irene
2 comentarios
Pues pienso lo mismo. Solo que mi vida amorosa se reduce a una sola persona. Mi mirlo blanco apareció a mis 16 años, y afortunadamente supe verlo. Yo tampoco creo que el amor deba ser una lucha constante porque todo sea perfecto. Entonces no es amor. El amor para mi, debe fluir naturalmente, sin ningún tipo de presión ni condición. Respetando a cada miembro tal y como es. Y ademas hay algo que has señalado y me parece vital, si uno no esta agusto consigo mismo, dificilmente encontrara el amor satisfactorio.
ResponderEliminarPues pienso lo mismo. Solo que mi vida amorosa se reduce a una sola persona. Mi mirlo blanco apareció a mis 16 años, y afortunadamente supe verlo. Yo tampoco creo que el amor deba ser una lucha constante porque todo sea perfecto. Entonces no es amor. El amor para mi, debe fluir naturalmente, sin ningún tipo de presión ni condición. Respetando a cada miembro tal y como es. Y ademas hay algo que has señalado y me parece vital, si uno no esta agusto consigo mismo, dificilmente encontrara el amor satisfactorio.
ResponderEliminar¿Qué estás pensando?